jueves, 8 de marzo de 2012

¿TE RECONOCES?


Santiago 1:23-24. Si alguno es oidor de la palabra (de Dios) pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Es difícil mirarse a uno mismo, porque estamos tan acostumbrados a no hacerlo........ Solemos mirar hacia los demás, pero si queremos que Dios actúe en nuestras vidas, debemos querer dejar de darnos la espalda a nosotros mismos, y atrevernos a mirarnos al espejo de su palabra la cual nos confronta y en ella no hay engaño.
Dios no mira nuestro parecer. 1 Samuel 16:7 pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 
Si quiere conocerse, pregúnteselo a Dios:
1 Crónicas 28:9 porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.
¡Ojo!, con esto no quiero decir que nos miremos a nosotros mismos con mala cara, pero si con un espíritu de humildad, que es lo que nos permitirá mirarnos y ver nuestro estado actual, mas allá de lo visible, y asi poder arrepentirnos.
La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Entonces Dios ya no nos ve en nuestros pecados, sino en Cristo, purificados, sin pecado. Dios echó tras sus espaldas todos los pecados de cada uno de los que creen. Ya no se acordará más de ellos, pues los deshizo como una nube (Isaías 38:17; 43:25; 44:22). 
Y asi cada uno de nosotros lo confesará: JESUS ES EL SEÑOR.

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